EDICIÓN 144 DE ASIA SUR

¿Un hogar para una familia en solo 48 m2? Parece una tarea imposible. Por suerte, Beata sabe que de la necesidad surgen las mejores ideas.

Tenía que ser blanco [para dar amplitud], de estilo nórdico [con pocos elementos] y conectado con el palacete [que se sienta parte de él]. Según esas premisas Beata comenzó un arduo trabajo que consistió en hilar fino. Aunque el departamento tiene sala, cocina, dormitorio, cuarto de niña y baño, en ningún momento uno siente estrechez. Al contrario. El punto central de la sala es un sofá turquesa con cojines de lana de alpaca. La sala da a la cocina y encima de está el dormitorio: una plataforma casi suspendida a la que se accede por una escalera que luego se guarda en el clóset. Hacia el otro extremo está el cuarto de la niña, donde el espacio de juegos es ocupado por las noches con una cama plegable. En el baño, el tocador emerge desde una mesa con un sistema electrónico. Una gran lámpara de Tom Dixon refleja todo el espacio, como un espejo. Unas mesitas de madera también pueden usarse como banquitos. Aqui reina la lógica de menos es más.

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